La tampografía es un sistema de personalización de objetos que se lleva a cabo a través de un tampón fabricado en silicona. El tampón suele atrapar la imagen entintada y en un plano liso. De esta manera, puede ser transferida a muchas superficies diferentes. Una técnica muy empleada por el fabricante de merchandising.
Flexibilidad, economía, durabilidad y máxima calidad
Una de las principales ventajas de la tampografía es la flexibilidad del tampón. No en vano, con él pueden realizarse estampaciones sobre superficies curvadas y cilíndricas. Su característica de morfología nos permite hacer muchas personalizaciones diferentes añadiendo textos, imágenes y lo que queramos.
Otra de las grandes ventajas de la tampografía es que se trata de un método bastante económico en comparación con otros, sin que por ello se pierda un ápice de calidad en el resultado final.
Además, la tampografía que se emplea en la impresión de merchandising es una solución muy rápida, hasta el punto de permitirnos estampar grandes tiradas. En un corto plazo de tiempo vamos a poder disponer de nuestros diseños impresos en cualquier tipo de material.
Y todo ello siendo una técnica que aguanta muy bien el paso del tiempo. En ningún momento tendremos que preocuparnos por el deterioro de los diseños impresos.
Por lo general, la tampografía es una excelente técnica para marcar tanto artículos pequeños como grandes. El resultado que se consigue es realmente excelente.
En definitiva, las empresas suelen apostar por esta técnica de marcaje para disfrutar de un regalo publicitario atractivo y de la máxima calidad.